Intenciones
remembranza del filo de tacones a trasluz
regocíjame con esa sonrisa violenta
me muerdo los labios para que no leas mis pensamientos
mis intenciones no son honorables
porque se que el camino de tus manos jamas cruzará la linea de mi cuerpo
si asi lo fueran
Dios..
solo me imagine maldades...
que bueno que actualizaste tu blog.. hacia falta...
tengo ganas de maldad.. pero a la vez ganas de lograr de una vez conseguir eso mas importante que quisiera a veces tener a pesar del miedo que le tengo..
y el miedo es querer eso que precisamente no debo querer porque se que si lo quiero no lo voy a tener...
en fin. un besoooooooteeee!!!!
1:47 a. m.
Hohohohoho
Yupi!!
Revivió!!
En serio... cuando menos se espera... te lo digo yo
Muy sugerente la imagen.
Besos guapa!!
2:18 a. m.
:o
me abstengo de pensar por un rato, ya que de lo contrario seré tildada de "sucia de mente" y "mala influencia"...
2:17 p. m.
hermoso macarena!!!! que bueno que vuelves a escribir... es cierto que hacia falta leerte
y a pito de esto o de algo, quería contarte algo que vi en buenos aires (en el malva) y me da vueltas.
Tema: la caza de ñandus. y es que impresiona pensar que antiguamente (Tehuelches) cazaban agotando al animal, siguiendolo hasta que este se rindiera o muriera. Bueno da para mucho pensar... el artista (Francis Alÿs)lo reinterpreta en nuestro actual "perseguir espejismos"
Y bueno, cada uno verá...como caza a su animal... Besos. Lo
10:14 p. m.
Por fin revivio... creo que hasta nuestros alteregos ciberneticos han seguido nuestros pasos de flojera y desaparicion del mundo...
bueno... mi alter ego habra sufrido tb el ambio???
mish!!... imagenes... y mas imagenes... por dios... si es una pequeña vista a la sucia mente de esta niña... gritando por salir y hacer travesuras!
10:26 p. m.
Pues se me ocurre que desde las maldades ocultas de las que deseamos llenarnos y llenar a otros es que nace alguna de las aristas del amor. Del roce suave de los labios, del contacto mínimo de una piel contra otra, de la perversidad siniestra de una mordedura en el cuello, en un hombro, en el alma... del canibalismo ancestral que duerme dentro de cada uno de nosotros, esperando a encontrar aquella compañia que habra de saciarse en nosotros, y de la cual tambien nos saciaremos.
Supongo que el único temor ante esto es el no saber cuando detenerse. Aunque también, siento, el desenfreno es parte de la naturaleza salvaje del amor. Tanto como la melancolía o las ambigüedades.
Andrés.-
9:46 p. m.